Este es tu corazón. No es un reloj ni un pájaro enjaulado. (No te dejes llevar por los poetas) Es sólo un corazón Con su tejido fibroso de músculo obstinado y cierta vocación para el secreto. A veces la mano sobre el pecho indaga los latidos. Entonces mano y corazón dan miedo. Ya sabes que lo ciñen válvulas como coronas majestuosas. No es de león. Más bien palpita buey, a sí mismo obedece. Lo oirás, lo oyes, lo has oído y tú ignorarás siempre las respuestas. Mueres cada noche sobre él y al despertar auscultas su rumiar, agitados o calmos, él y tú, por el mismo temblor. Tú respiras, él cava una vez más El surco de la mansedumbre e inexplicablemente es sólo un corazón. ...