Elena Lafert y Leonardo Lesci editados por civiles iletrados
Elder Silva
Elder Silva
Recuerdo un sábado medio nublado del 2009, cuando entre el desorden de libros y copas del Café «La Pausa» se presentaba en sociedad un extraño y bello libro titulado «Munlanlaku. Ocho poetas miran a Bolivia», con ilustraciones del mítico Horacio Faedo (entre otros) y textos de un conjunto de creadores de Colonia entre los que figuraban Sebastián Rivero, Luis Carro, Elena Lafert y Leonardo Lesci. Justamente estos dos últimos autores acaban de ser editados por la revitalizada editora civiles ile-trados de Maldonado, en dos ediciones que fueron lanzadas casi en simultáneo en Montevideo y en Colonia del Sacramento.
No es casualidad
No es casualidad este doble lanzamiento desde el interior del país y más precisamente desde la ciudad que (aparentemente) fundaron los portugueses. Desde hace más de una década se viene procesando en esa ciudad un movimiento cultural importante, una sacudida literaria de interesantes dimensiones. La instalación del Centro Regional de Profesores y el rol destacado que ha jugado gente como Helena Corbellini (especialmente), Aldo Mazuchelli, Fernando Loustoneau, así como las lacazinas Dora y Raquel Nusspaumer ha germinado en un movimiento creador de singular vitalidad. Talleres literarios, grupos de escritura, revistas, bares temáticos (el caso de «Güear», un impecable espacio) y el sito web de los escritores colonienses que con equilibrio y sentido crítico administra Luis Carro, son ejemplo de esa escritura en movimiento. Ciclos de lecturas, presentaciones y eventos como el referido a Onetti dan cuenta asimismo de esta movida que recala en la capital departamental, así como en Nueva Helvecia, Carmelo, Rosario, Ombúes de Lavalle, Juan Lacaze, Nueva Palmira y Rosario como un caldo de cultivo de nuevas creaciones.
En ese marco entonces los libros de Lafert y Lesci.
Otros mundos
El tercer libro en solitario de Elena Lafert (*) plantea un difuso encuentro entre este mundo, «una entidad única y tangible que contiene, a su vez, a todos los seres vivientes del universo» (Platón) y el ser viviente que ese mundo es en sí mismo. Así en «La morera», el primer poema de la serie, la poeta escribe: «soñé / con pájaros / no descansé / mis brazos / tendían cintas / hebras de fuego y plata/ alas azules / cortando el viento // trazaban líneas mis brazos / para escapar / volando // el / árbol / me capturó / en / la copa»
Lafert (Buenos Aires, 1949, coloniense desde 1991), que tiene un libro bilingüe editado en Canadá, es capaz de moverse con comodidad en ese mundo diferente que cobija sus poemas. Es como si un leve movimiento bastara para cambiarlo todo y abriera a los lectores esas nuevas realidades o irrealidades, según se mire.
En la segunda parte del texto «Desde más allá», son suficientes cuatro versos para ello: «por la misma senda llega la luna encabezando la noche / puede suceder cualquier cosa en esta hora / abro una puerta a lugares que ya no existen / no la volveré a cerrar».
Si bien el mundo del libro se abre a panoramas más amplios (viajes, miradas hacia asuntos globales como el calentamiento del planeta) cuesta no mencionar joyitas encontradas en el poemario como «Separación»: «la vereda blanca de azahares / separados del pomelo / cuerpos rotos pisoteados / perfume que persiste // vivo prisionera / de las distancias».
Un estreno
«Genealogía del ocio», el estreno como poeta del profesor de literatura Leonardo Lesci (Rosario, Colonia, 1981) es una plaqueta de veinticinco textos muy breves, y es según el propio autor «solo una parte, una hilera de poemas del Poema, una escena fragmentada, un botón de muestra»
Y en esos fragmentos que nos entrega el poeta rosarino, intenta dejar algunos datos para entender el origen del ocio, ese espacio de tiempo, ese tiempo de espacio que nos consume. O ese «espacio sedicioso de la tarde «que abraza al escritor y nos abraza a todos».
Si no, veamos esta bella «Crónica de domingo»: «me hastían domingos / de escarbadientes y vino / séptimos de / curva melancólica / domingos construidos / de sudor / revestidos de viejo follaje / cementerios semanales, /soledad de moscas / me consume su adiós de sutil muerte / me envuelve un domingo / eterno / al abrir los ojos junto al sol».
* «Un mundo diferente» de Elena Lafertt, civiles iletrados, 65 páginas; «Genealogía del ocio» de Leonardo Lesci, civiles iletrados, 72 páginas. 2010
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